Egoísmo supremo
Escrito por Steve Grochow
(Muchas ideas y conceptos provienen de los escritos de Charles Finney)
El egoísmo es el centro y la base de la cual fluye toda forma externa
de pecado. Es la fuente y causa de todas las transgresiones. Cada pensamiento,
acción u obra desobedientes debe tener egoísmo supremo como su raíz. Donde
exista el egoísmo supremo, siempre se encontrará una forma de pecado.
El egoísmo supremo es autocomplacencia voluntaria contrario a la ley de Dios. Es una elección voluntaria para ser gobernada por deseos, sentimientos y emociones. El deseo en sí mismo no es egoísmo, pero lo es al someter la voluntad para ser controlada por él. El egoísmo supremo es el todo del pecado. Es un estado preferido de la mente y el corazón. Ése es el verdadero pecado que mora porque todas las formas de mal externo brotan naturalmente de ese estado de ser.
El hecho más importante sobre este pecado que mora es que su existencia es el resultado directo de la elección libre. Ninguna persona nace en un estado de egoísmo supremo. Es un acto inteligente para poner el placer y la felicidad de uno por encima de Dios y otros. Toda persona escoge violar su propia inteligencia y conciencia cuando peca. Toda persona nace con algún grado de luz y sabe que el egoísmo está mal.
El verdadero cristiano sinceramente ama a Dios y vive para darle gusto. El pecador sinceramente se ama a sí mismo y vive para darse gusto. Éstos son estados opuestos de la voluntad o el corazón. Es la meta y dirección de la voluntad que decide todo pecado y santidad. Cada persona debe entender que el pecado y la santidad son unidades enteras y no sólo actos aislados. Todo pecado externo es el resultado de un corazón egoísta. Toda obediencia y santidad son el resultado directo de un corazón santo. El corazón solo es la fuente de todas las acciones morales, sean buenas o malas.
El verdadero arrepentimiento es el cambio de un corazón perverso a un corazón santo. No es posible arrepentirse y aún permanecer a sabiendas de algún pecado secreto. El arrepentimiento nunca puede ser parcial. Debe ser un cambio total y completo. Nadie puede ser parcialmente pecaminoso y santo al mismo tiempo. Ningún acto, palabra u obra santos nunca surgirá de un corazón egoísta. El corazón egoísta nunca amará a Dios o guardará Sus mandamientos. El estado escogido egoísta del pecador es el completo opuesto de lo que Dios requiere.
Algunos piensan que el arrepentimiento toma lugar cuando la persona empieza a hacer ciertas cosas y luego evita hacer otras. Una persona puede cambiar acciones externas sin verdadero arrepentimiento. Una persona puede dejar de beber, ingerir drogas, maldecir, fumar, romper hábitos malos. Esta persona entonces puede asistir a la iglesia, bautizarse, cantar en el coro y realizar muchas otras actividades religiosas. Cualquiera puede cambiar sus acciones sin jamás cambiar su meta y dirección supremas. Todo lo que se logra es intercambiar una forma de egoísmo por una que parezca ser más aceptable.
Una persona puede abrazar las enseñanzas de Cristo y realmente creer y conocer todos los hechos del evangelio sin jamás arrepentirse. Puede practicar "iglesianismo" y seguir tradiciones religiosas y rituales sin jamás experimentar la vida verdadera de Cristo. El verdadero cristianismo no es conocer hechos bíblicos, practicar tradiciones y rituales cristianos. El verdadero cristianismo es la vida y esencia mismas de Jesucristo viviendo y morando dentro del creyente.
1 Jn. 5:12: "El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida". Esta vida no es algo que Dios da, sino es Él mismo, Cristo y el Espíritu Santo viviendo y morando dentro del creyente. La realidad de Cristo de hecho que vive dentro del ser de una persona es el centro único del cristianismo verdadero. Cualquier práctica de religión sin la vida de Cristo es sólo muerte.
Mt. 7:21-23: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad".
La gente a la que Cristo se refiere logró lo que dijo. El problema fue que ellos aún tenían un corazón egoísta. Sólo hicieron esas cosas para seguir con sus propios intereses egoístas. Sólo porque una persona tiene poderes sobrenaturales no significa que sea un cristiano verdadero. Deben entender que el cristianismo verdadero no es algo que se tenga sin estar bajo el gobierno de Cristo. La membresía de la iglesia, que opera ciertos poderes sobrenaturales, experiencias emocionales con Dios y muchas otras consideraciones, puede llevar a la persona a una creencia falsa de que es cristiana.
Mucha de la predicación que oímos hoy ha sido diluida y rebajada. Tiene muy poco efecto positivo y usualmente tiene un efecto negativo. Muchos piensan que son cristianos porque creen las verdades bíblicas referentes a Cristo. Creen los hechos del nacimiento virginal de Cristo, Su vida sin pecado, Su muerte en la cruz y resurrección de la muerte. Muchos incluso creen que Cristo murió en la cruz por sus pecados. La verdadera salvación no es conocer y creer estos hechos. Es experimentar y conocer la persona de Cristo.
A muchos se le dice que son cristianos porque están de acuerdo con alguna declaración de doctrina o repiten la oración del pecador. Muchos dicen la oración para aceptar a Jesucristo como su Salvador personal, y piensan que tienen un lugar reservado en el cielo. Mucho del evangelio de hoy es falso y sólo lleva a una persona a una esperanza y seguridad falsas. Yo incluso oigo a algunos predicar que se puede recibir a Cristo como su Salvador, pero no como su Señor. Esto es totalmente falso. Si Cristo no es su Señor, entonces no puede ser su Salvador. Nadie puede servir a dos señores, ya sea que sirvan a Cristo o se sirvan a ustedes mismos. Ninguna otra elección es posible. Cristo es Señor de todos o no es Señor para nada.
Muchos predicadores enseñan que Cristo es un Salvador personal para ayudar a la gente a salir de un problema o peligro. Presentan a Cristo como ansioso y listo para asistir a cualquiera que simplemente firme un permiso para que sea Salvador. Estos predicadores descuidan decir que el cristianismo verdadero es seguir y obedecer a Cristo. Incluso Cristo dijo que mucha gente que lo llama Señor no son Sus seguidores porque fallan en hacer su voluntad. Sólo por llamar Señor a Cristo no lo hace a Él Señor de sus vidas.
No caigan en engaño. Si Jesucristo es su Rey y Señor, lo obedecerán y seguirán. Juan 3:36: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él". 1 Juan 2:4: "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él".
La fe personal, obediencia, santidad, perfección moral y rectitud no son opcionales. Éstas son requerimientos para la salvación, no algo que se pueda aplicar para ir a una experiencia más profunda en Cristo. Dios nos ama y tiene un plan maravilloso para nuestra vida, pero predicar esa verdad no es evangelismo. El evangelio no es una oferta de venta que tiene cinco pasos fáciles para el cielo.
El pecador debe ver su pecado como un crimen merecedor de castigo eterno en el infierno. El pecado no es un talón de aceptación de una víctima desamparada. El pecado es rebelión contra Dios. El pecador, cuando es verdaderamente compungido, rogará por misericordia porque sabe que es un criminal, que verdaderamente merece el Infierno. A menos que un pecador se vuelva de su pecado y se incline ante Jesucristo como Señor, no puede tener vida eterna.
En Lucas 18:18-27 y en Marcos 10:17-31, tenemos la historia de un hombre que vino y se hincó delante de Cristo y le preguntó a Él por la vida eterna. Cristo no aceptó a ese hombre. Jesús le dijo que vendiera todo lo que tenía y que lo siguiera. El hombre se fue porque no estaba dispuesto a obedecer el mandamiento de Cristo. Sabía el Señor que ese hombre amaba sus riquezas más que a Él. La única forma que Cristo lo aceptara es si ese hombre lo obedeciera.
En la mayoría de la iglesias hoy, si ese mismo hombre dice que quiere vida eterna, probablemente oiría el evangelio moderno. Oiría que Cristo estaría listo para aceptarlo como está. Todo lo que necesita hacer es creer y aceptar a Cristo como su salvador personal. Repetiría una oración del pecador o estaría de acuerdo con alguna declaración doctrinal. La mayoría de los predicadores entonces le dirían que ahora es un cristiano y que va a ir al cielo cuando muera. Puede experimentar un grado de paz y seguridad. El predicador entonces probablemente le diría nunca dudar de su cristianismo porque Cristo nunca miente. Ese hombre ahora creerá que es realmente un cristiano nacido de nuevo.
Ahora los otros miembros de la iglesia lo aceptarán y recibirán como un cristiano. Puede que él se haga miembro fiel de la iglesia. Hasta se involucrará en muchas actividades de la iglesia. Todo esto es un engaño porque el pecado de ese hombre permanece. Nunca se arrepintió y aún ama el dinero y cosas más que a Cristo. Aún permanece en su estado egoísta, renuente a verdaderamente obedecer y seguir a Cristo. A menos que plenamente se arrepienta, Cristo nunca aceptará a ese hombre sin importar con cuantas declaraciones doctrinales esté de acuerdo, o cuantas oraciones sinceras diga.
Mateo 16:24: "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame".
Marcos 8:34: "Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame".
Lucas 9:23: "Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame".
¿Acaso la iglesia de ustedes le daría a ese hombre las mismas demandas que Cristo dio o le daría algo del evangelio moderno? Cristo no ha cambiado o disminuido Sus requerimientos referentes a la salvación. Toda persona que quiera la salvación debe "vender todo". Cristo nunca puede aceptar a una persona que ama algo más que a Él. Deben ir a Dios con arrepentimiento antes de que cualquier aceptación sea posible.
Muchos que se consideran cristianos piensan que tienen un boleto para el cielo. Cristo no murió en la cruz para dar boletos. Murió para hacer posible que el hombre se reconciliara con Dios. Cristo sólo removió los obstáculos que hacían imposible que el hombre tuviera comunión con Dios. Hizo posible que el hombre realmente tuviera un corazón puro y verdaramente obedeciera todos los mandamientos de Dios.
Yo pienso que hay miles que creen que son nacidos de nuevo porque han repetido oraciones y creído ese evangelio moderno. Este engaño es verdaderamente un problema serio. Algunas personas están tan convencidas de que tienen la salvación que rehúsan escuchar al Espíritu Santo. Piensan que son nacidos de nuevo y que se van a ir al cielo. Piensan que están a salvo en los brazos de Cristo, pero no tienen amor u obediencia verdaderos por Dios. Qué engaño. Dios amorosamente tratará con ellos intentando mostrarles su error, pero se rehúsan a escuchar y arrepentirse que pasarán la eternidad en el infierno.
La muerte de Cristo en la cruz no le proveyó a Dios con una sangre especial manchada de anteojos que de alguna manera permitan que Dios vea a cualquier hombre pecador como santo y justo. Dios no es tonto; nunca verá a una persona que está viviendo totalmente para sí misma como obediente sin importar con qué hecho bíblico esta persona está de acuerdo.
El siguiente versículo advierte a todo aquel que recibe el pago por su desobediencia. Si uno no obedece plenamente a Dios, no puede esperar ir al cielo.
Hebreos 2:2-3: "Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron".
La palabra "si" aparece 1595 veces en la versión King James de la Biblia. Cada vez que la palabra "si" se usa, hay ciertas condiciones que una persona debe cumplir antes de experimentar cualquier resultado. He aquí sólo dos ejemplos:
Juan 8:31-32: "Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres".
Colosenses 1:21-23: "Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro".
Un cristiano de verdad debe seguir haciendo la voluntad de Dios. Cualquier persona que empieza a seguir a Cristo puede regresar a su egoísmo. La Biblia está llena de amenazas y advertencias para este tipo de gente. El cielo es un lugar reservado para el santo y justo. La única garantía del cielo que tiene cualquier persona es si sigue a Cristo y continúa obedeciéndolo cada día.
La fe no es un acto de una sola vez. Es un requerimiento continuo y constante. La Biblia dice que el justo debe vivir por fe. La fe debe ser una realidad vital y viva dentro del creyente de verdad. La fe verdadera no es sólo saber los hechos correctos. El conocimiento que sólo se queda en la cabeza de una persona de los hechos bíblicos no agrada a Dios. Una persona puede saber todos los hechos necesarios, pero a menos que use su conocimiento en fe, nunca podrá recibir ningún beneficio espiritual.
Recuérdese que sin fe es imposible agradar a Dios y lo que no sea fe es pecado. La fe verdadera toma lo que se necesita para lograr el resultado deseado. Cristo ofrece salvación y victoria sobre todo pecado. El tener ese conocimiento no los llevará al cielo, sino el recibir lo que es necesario y usarlo para vencer el pecado. La fe verdadera siempre tomará y usará la gracia de Dios para el éxito espiritual.
Pueden decir que creen en la gracia de Dios. Esta creencia no logra nada si no reciben la gracia necesaria y la usan para cumplir todos los requerimientos de la ley. No se engañen. Si de veras creen, experimentarán los resultados.
Mateo 7:13-14: "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan".
Dios sacó a miles de Egipto en el Antiguo Testamento. De toda esta gente, sólo dos recibieron todo lo que Dios había preparado para ellos. Dios obra con millones hoy, y sólo unos cuantos recibirán la salvación que tiene para ellos. La Biblia nos advierte de no seguir el ejemplo de desobediencia e incredulidad.
Hebreos 3:15-19: "¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad".
Una persona endurece su corazón cuando escucha la palabra de Dios pero la resiste. No deben sólo oír la palabra, sino obedecerla desde el corazón. Cada persona está rodeada de todo la gracia necesaria para cumplir todos los requerimientos de Dios. Cada persona de hecho debe recibir esta gracia y usarla para la gloria de Dios.
Hebreos 4:1-2: "Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron".
Hebreos 4:11 "Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia".
Hebreos 2:1: "Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos".
Cristo ha abierto la puerta a todos para experimentar la plenitud de Dios. Nos ha provisto con todo lo que necesitamos para escapar la corrupción en palabra. Podemos recibir la naturaleza divina de Dios y verdaderamente ser santos y perfectos como Dios requiere. A través de Cristo, podemos conquistar y vencer cualquier pecado. A través de Cristo, podemos hacer todas las cosas. Podemos realmente cumplir todos los requerimientos de la ley para que cuando Dios nos vea, tengamos obediencia real sin lentes manchados de sangre.
Conozco a mucha gente que dice tener rectitud y santidad legales sin tener la experiencia de hecho. Esto quiere decir que creen que Dios los acepta como santos por lo que Cristo hizo en la cruz. Esto es puro engaño. Cristo no repartió santidad legal. La verdad es muy sencilla; Cristo sólo hizo posible para que nosotros experimentáramos la santidad y rectitud verdaderas a través de Su muerte en la cruz. Cada persona debe tomar la palabra de Dios y hacerla provechosa al mezclarla con la fe verdadera. El problema es que mucha gente piensa que cree la palabra de Dios, pero su experiencia prueba lo contrario. La fe verdadera siempre se probará a sí misma en obras verdaderas.
Una persona es engañada si dice que cree el evangelio, pero sigue fallando en cumplir todos los requerimientos de la ley. Esa persona puede pensar que cree, pero si realmente creyera, entonces lo experimentaría. Mucha gente piensa que la gracia de Dios de alguna manera pasará por alto el hecho de que pecan todos los días en pensamiento, palabra y obra. La gracia de Dios no cubre el pecado. La rectitud de Cristo no es algo que se pega sobre la desobediencia de la persona.
La verdadera gracia no pasa por alto el pecado; le da a la persona el poder de vencer el pecado. Si una persona cree de verdad, cumplirá la ley en experiencia real. Si se continúa fallando en guardar la ley, la única conclusión es que no se ha mezclado la fe con la palabra para lograr el resultado. Si éstos son ustedes, deténganse ahora y admitan la verdad real de que su llamada fe es en vano, y que tienen aún que obedecer y seguir a Cristo.
La gracia de Dios da a la persona que la recibe motivos puros y poder de ser verdaderamente santa. Si tienen de verdad la gracia de Dios, entonces guardarán la ley. Ya sea que una persona es de hecho santa en sus pensamientos, palabras y obras, o no lo es. No se engañen. Si no están verdaderamente experimentando la santidad y rectitud, entonces no lo están. Realmente no importa qué hechos bíblicos sepan. Su vida habla por ustedes. ¿Qué dice su vida acerca de ustedes?
Una razón por la que Cristo maldijo la higuera es porque no tenía higos (Mt. 21:19). La higuera tenía muchas hojas y a distancia parecía tener fruto. Cuando Cristo no halló fruto en ella, la maldijo. Esto es un acto simbólico. Las hojas representaban la actividad religiosa. Hay mucha gente que parece tener vidas espirituales saludables que muy de cerca no llevan fruto espiritual.
Cristo dijo en Juan 15:4-6: "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permaneceís en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden".
Cristo espera que el cristiano muestre el fruto del Espíritu que la Biblia dice que es amor, gozo, paz, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gá. 5:22-23). Permanecer en Cristo y llevar fruto es un mandamiento de Cristo. Ya sea que se permanece en Cristo o no se permanece. Ya sea que se lleve fruto, o no se lleve. Es obvio que si no llevan fruto, entonces no permanecen en Cristo.
Lucas 6:44-46: "Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?".
Si son deshonestos en una cosa pequeña, entonces son totalmente malvados. Si roban un centavo, su pecado sería tan malo como si robaran un millón de dólares. Si un empleado miente en su tarjeta de asistencia, sólo revelará que no se le puede confiar nada. Recuerden que es el corazón que decide todo lo bueno y malo. Cualquier persona que peca a sabiendas, sólo revela un corazón malvado y perverso. ¿Acaso su corazón está lleno de amor por Dios como la escritura requiere?
Mateo 22:36-40: "Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas".
Marcos 12:30-31: "Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos".
Lucas 10:27: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo".
La palabra usada para describir el tipo de amor que Dios tiene y requiere es la palabra "agape" en el griego. Esta palabra significa amor totalmente desinteresado. Este amor está siempre preocupado por los intereses de otros. Se traduce frecuentemente con la palabra amor en la Biblia. Éste no es el amor que un esposo pueda tener por su esposa. Tampoco es el amor que una madre tiene por sus hijos. Un matrimonio puede de verdad amarse uno al otro y a sus hijos, pero aún no tiene el amor que Dios requiere. Todos deben arrepentirse de su egoísmo total para nacer de nuevo.
El requerimiento de Dios es amarlo a Él totalmente. Ya sea que una persona totalmente ame y viva para Dios, o se ame a sí misma y viva para darse placer. No hay otra elección posible.
Cuando una persona ama de verdad a Dios, guardará todos sus mandamientos. Juan 14:15, 21a, 24: "Si me amáis, guardad mis mandamientos. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. El que no me ama, no guarda mis palabras".
Guardar los mandamientos es una prueba sencilla si realmente aman a Dios. Si no cumplen y guardan la ley de Dios, entonces no lo aman. Si piensan que aman a Cristo, pero fallan en cumplir todos Sus mandamientos, entonces están engañados. Guardar los mandamientos es sólo la evidencia y las pruebas reales que una persona de verdad lo ama a Él.
Algunas características de un verdadero creyente son:
1. Tiene un amor puro a Dios y a otros. Si una persona tiene un resentimiento o una amargura hacia cualquiera, no lo ama. Si una persona dice que ama a Dios, pero no ama a alguien que pueda él ver, es un mentiroso y la verdad no está en él. Véase 1 Juan 5:1-2 y 1 Juan 4:20.
2. No practica el pecado, sino practica la rectitud. Véase 1 Juan 3:4-10 y 1 Juan 2:29.
3. Guarda todos los mandamientos. El creyente puede cometer un pecado ocasional, pero ninguna forma de pecado puede ser habitual. Bajo la gracia de Dios el creyente no puede ser esclavo del pecado. Ningún deseo, apetito, concupiscencia o tentación de algún tipo puede tener dominio sobre él. Véase Romanos 6:14.
4. Es un hacedor de la Palabra. Véase Santiago 1:22.
5. Vence al mundo, la carne y al diablo. Véase 1 Juan 5:4.
Ahora es el tiempo para la honestidad total. ¿Realmente cumplen todos los requerimientos de la ley? ¿De veras obedecen a Dios o sólo se llaman cristianos y cumplen su propia agenda privada? ¿Son realmente santos y practican la rectitud? ¿Tienen realmente a Cristo mismo viviendo dentro de ustedes, dándoles poder para aniquilar todo pecado? ¿Sólo tienen un juego de hechos bíblicos que no ofrecen ninguna ayuda en mostrar el verdadero carácter de Dios? ¿Muestra su vida el fruto del Espíritu o sólo hojas?
Preguntas de estudio.
1. ¿Qué determina el carácter moral de una persona?
2. ¿Qué es el pecado que mora?
3. ¿Qué es cristianismo verdadero?
4. ¿Qué es arrepentimiento?
5. ¿Acepta Cristo a cualquiera que lo llama Señor? ¿Por qué?
6. ¿Salvan a una persona el saber y creer hechos bíblicos? ¿Por qué?
7. ¿Puede Cristo ser el Salvador de una persona sin tenerlo como Señor? ¿Por qué?
8. ¿Cuáles son los requerimientos para la salvación?
9. ¿Por qué Cristo rehusó dar salvación al hombre que preguntó por la vida eterna?
10. ¿Acepta Cristo a toda persona que repite una oración del pecador? ¿Por qué?
11. ¿Qué demanda Cristo para que una persona haga si realmente lo quiere? ¿Por qué?
12. ¿Por qué Cristo murió en la cruz?
13. ¿Cuál es la única garantía del cielo de una persona? ¿Por qué?
14. ¿Por qué falló la mayoría de la gente que Dios sacó de Egipto?
15. ¿Qué deben hacer para que no sigan su ejemplo?
16. ¿Es posible que Dios los declare santos sin ninguna experiencia real?
17. ¿Pasa por alto la gracia de Dios el pecado? ¿Por qué?
18. ¿Cuál es único propósito para la gracia?
19. ¿Por qué maldijo Cristo la higuera?
20. ¿Cuál es la única verdadera prueba que muestra si de veras aman a Dios?