Respuestas al
Índice de apologética de críticas del
Gobierno Moral
de Jonathan Duttweiler
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios no cumple algunas de sus profecías.
De hecho el Gobierno Moral enseña que:
Dios es relacional en su acercamiento para gobernar el universo moral. Las profecías en su mayoría están condicionadas por la respuesta de los seres humanos para quienes están dirigidas, incluso cuando son dichas en términos enfáticos. Un ejemplo perfecto está en el libro de Jonás. Dios enfáticamente le dice a Jonás: "' Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré'" (Jonás 3:2, LBLA). Jonás por tanto va a Nínive y declara: "'De aquí a cuarenta días Nínive será destruida'". Ahora bien, observen que Jonás no pone condiciones sobre esta profecía. Jonás declara que Dios destruirá Nínive en 40 días. Lo que de hecho ocurrió, sin embargo, Nínive no fue destruida. La escritura establece que se arrepintieron: "Y vio Dios sus acciones, que se habían apartado de su mal camino; entonces se arrepintió Dios del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo" (Jonás 3:10, LBLA). Ahora, ya sea que Jonás era un falso profeta y falló en declarar TODO aquello que Dios le había dicho (en dado caso, las escrituras mismas están en error, porque nos dice que Dios cambió de parecer), o de hecho, Dios vio el cambio abrumador en los corazones de la gente de Nínive y fue movido a cambiar de parecer también, y no hizo que se cumpliera la profecía que había dicho a Jonás que diera. Éxodo 23:23-33 es otro ejemplo de profecía que no se cumple estrictamente. Dios promete echar fuera a todos los habitantes de Palestina delante de ellos (Ex. 23:27, RVR 1960): ". Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré la cerviz de todos tus enemigos". Pero lo que de hecho ocurrió, como leemos en Josué 16:10, es que todos los habitantes no fueron echados fuera: "Pero no arrojaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios cambia de parecer y no es inmutable.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
La teología del Gobierno Moral simplemente enseña lo que enseña la escritura. El ejemplo arriba citado de Jonás debe ser suficiente para mostrar que Dios cambia de parecer, pero hay docenas de ejemplos literales de la escritura que muestran a Dios cambiar de corazón y parecer. Génesis 6:7 (RVR1960), por ejemplo, establece: "Y dijo Jehová: 'Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho'". 1 Samuel 15:11 (NVI): "'Me arrepiento de haber hecho rey a Saúl, pues se ha apartado de mí y no ha llevado a cabo mis instrucciones'". Y Jeremías 18:7-10 (RVR 1960) es la propia declaración de Dios de las razones por las que cambia de parecer: "'[En qué] instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir[los]. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles, y [en qué] instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar[los]'". Hay muchos más que podría citar aquí, pero esto parece suficiente para ejemplificar este punto.
Ahora, en cuanto a la negación de la llamada inmutabilidad,
o invariabilidad estática, de Dios como es enseñada por teólogos tradicionales,
debemos establecer que la Biblia misma niega esa doctrina. El
concepto de inmutabilidad no deriva de la escritura, sino de la filosofía platónica
y neoplatónica, y no encuentra sustento en la escritura.
Con esta crítica, los detractores de la TGM (Teología del Gobierno Moral) caen en una falacia lógica,
argumento por definición. Dan por sentada una definición de Dios como ortodoxa,
y entonces atacan cualquier postura que no encaje en esa definición.
La Teología del Gobierno Moral afirma que Dios es Infinito y Perfecto,
y que no cambia en su carácter. La postura de la TGM de Dios,
en vez de retractarse de la perfección de Dios, eleva su carácter
moral y perfección.
La TGM sí niega que Dios es inmutable de acuerdo con la definición teológica de la Reforma.
El entendimiento de la Reforma está fundado sobre una dicotomía falsa; es decir, la noción platónica que ser perfecto
es ser sin cambio. Esta postura presupone que cualquier cambio en
aquello que es perfecto debe necesariamente ser un cambio para empeorar.
Eso es demostrablemente falso. Consideren un reloj perfectamente
exacto: Como está escrito, el reloj registra 7:47. Sin embargo,
hace 10 minutos registró 7:37, y diez minutos desde ahora registrará
7:57. ¿Es el cambio en el reloj de diez minutos desde ahora
un cambio para lo "mejor", sugiriendo que el estado previo fue
imperfecto, o un cambio para empeorar, sugiriendo que el tiempo
previo era el "perfecto"? Para nada. ¡El reloj perfectamente
refleja el tiempo, cual sea la hora ! (William Hasker,
en su capítulo en The Openness of God (La apertura de Dios), merece el crédito por
esta ilustración). Compárese esto con un reloj inmutable
que siempre registra 7:47. Ese reloj es sólo exacto, o
cierto, dos veces al día. Decir que cualquier aumento en el conocimiento de Dios
es hacerlo menos que perfecto es simplemente conformarlo a la postura platónica
del Universo en el que todo existe desde toda la eternidad.
Esto está en contraste rígido a la doctrina de la creación
ex nihilo y el retrato bíblico de Dios que tiene pensamientos
y experiencias nuevos. Simplemente establecer el que Dios es perfecto
para decir que es "inmutable" es un argumento insuficiente.
La Teología del Gobierno Moral afirma que Dios es perfectamente fiel
y asevera que las declaraciones bíblicas referentes a cualquier habilidad sin cambio
en Dios hablan de la fidelidad de su carácter y promesas.
El índice de apologética declara que el Gobierno Moral enseña que:
Dios no tiene control soberano sobre los eventos terrenales.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Esta crítica está basada en otra presuposición teológica, esto es, lo que significa para Dios ser "soberano". Quienes hacen esa crítica sostienen la postura de control meticuloso; es decir, que Dios determina y controla cada evento, sin importar cuán diminuto, o cuán grande, lo que sea, ha ocurrido, ocurre, u ocurrirá en el Universo. Mientras que la TGM no disputa el que Dios es el gobernante soberano del Universo, sí disputa (junto con otras tradiciones arminianas, la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Católica, los primeros padres de la Iglesia y otros) la manera en que él ejerce su gobierno y autoridad. La TGM afirma que Dios soberanamente creó un Universo en el que relaciones de amor, y por tanto, la libertad de la criatura, son el interés predominante. De ese modo, simplemente porque uno afirma que Dios es capaz de ejercer una fuerza irresistible y causativa sobre todas las cosas en el Universo, incluyendo agentes morales, no quiere decir que lo haga. El calvinismo enseña que Dios gobierna por decreto arbitrario y eterno. La TGM afirma que Dios es relacional, y creó a los seres humanos para relaciones verdaderas, recíprocas y amorosas, y así gobierna en el medio de los agentes morales por persuasión moral, que se denomina "gobierno moral".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios no conoce sus elecciones futuras.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Éste es un ejemplo del malentendido o la mala interpretación de la Teología del Gobierno Moral, lo cual es común en los escritos de aquellos críticos. Ésta sí enseña que las elecciones morales, contingentes y futuras de agentes morales libres no son objetos posibles de absoluta presciencia. De ese modo, incluso las elecciones futuras de Dios no son necesariamente fijas e inevitables en su mente. Sin embargo, aquellas cosas que Dios determina que acontezcan de acuerdo con un plan predeterminado son ciertamente sabidas por él. Un ejemplo perfecto de esto es la Encarnación y muerte Expiatoria de Jesucristo.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios no sabe con antelación las decisiones libres de los humanos.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Mientras que es estrictamente una declaración verdadera, la TGM no insiste
que Dios no sabe nada sobre el futuro, sino más bien que
la presciencia absoluta, exhaustiva de contingencias futuras no es
posible (Como admite Jonathan Edwards). Por contingente se quiere decir "lógicamente no
necesario;" o "no obligado: determinado por elección
libre" (Definiciones del Webster Dictionary Copyright © 1996 de Merriam-Webster,
Incorporated). Para que un evento (o elección) sea contingente, debe haber
el elemento de "podría" o "no podría". Si Dios sabe con absoluta
certeza cada evento futuro, elección, acción, etc., entonces nada
es contingente, o verdaderamente libre. Esto no significa que muchas acciones
y elecciones futuras de seres humanos no sean conocidas por Dios como posibilidades,
quizá incluso aproximándose a la certeza. Una mirada a este asunto
puede encontrarse en L. D. McCabe, The Foreknowledge of
God (La presciencia de Dios), particularmente el capítulo 9, God's Estimate of Probabilities (El
estimado de las probabilidades de Dios).
La TGM tampoco niega que Dios determina muchas cosas,
y de ese modo sabe mucho sobre el futuro. Como Joel Hayes afirma en su
obra The Foreknowledge of God (1890) (La presciencia de Dios) "Desde luego, Dios sabe
más referente al pasado y futuro que nosotros o que
los ídolos, pero no hay evidencia que sabe de antemano todas
las cosas. En efecto, no establece que sepa con antelación más de lo que
ha preordenado". La TGM sí niega, sin embargo, con una vasta multitud
de cristianos, que Dios determina todo lo que sucede,
cada elección que se toma. La posición de la TGM permite a Dios ser
el Dios revelado a nosotros en las escrituras en vez de imponer
una hermenéutica neoplatónica
sobre la palabra de Dios.
El índice de apologética establece que el Gobierno moral enseña que:
La presciencia de Dios está limitada en el área de las decisiones libres del hombre.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Simplemente es una reformulación de la crítica de arriba. Parece claro desde la escritura y la razón, para que las elecciones sean verdaderamente libres, no deben, en algún sentido, ser áreas posibles de cierto conocimiento. Como Génesis 22:12 nos muestra en las palabras de Dios, cuando probó a Abraham: "Y dijo, 'No extiendas tu mando sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco (tiempo presente, primera persona del singular) que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único [hijo]'". Aparentemente, el conocimiento de Dios del corazón fiel de Abraham no era completo, hasta que vio cómo respondería a la prueba.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Muchas cosas de Dios predichas nunca se hicieron realidad.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Mientras que esto parece meramente una reformulación de críticas tempranas, no conozco escritos de la TGM, afirmando que "muchas" de las cosas "predichas" por Dios nunca se hicieron realidad. Lo que la TGM enseña es que Dios tiene libertad de cambiar de parecer con base en las respuestas que percibe en los corazones y mentes de los seres humanos. Dios nunca se encierra a sí mismo en una caja. "En un momento yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir; pero si esa nación contra la que he hablado se vuelve de su maldad, me arrepentiré del mal que pensaba traer sobre ella" Jeremías 18:7 & 8 LBLA.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
La expiación muestra una disposición del lado de Dios para perdonar, en vez de un deseo de castigar el pecado.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Me cuesta trabajo creer que esto sea una crítica. ¿Quién puede dudar de que la muerte de Jesucristo, la segunda persona encarnada de la Trinidad, comprende el corazón de Dios para perdonar el pecado en vez de castigar al pecador? El salmista declara: "Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras " (Salmo. 145:8, 9 RVR1960). Y David ora: "Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí por tu bondad, oh Jehová" (Salmo 25:6, 7 RVR1960). Romanos 5:8 claramente establece: "Mas Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (RVR1960). Y Juan 3:17 establece: "Porque no envió Dios a su hija al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él ". (RVR1960) ". Dios propone perdonar el pecado "gratuitamente por su gracia", en vista de las medidas expiatorias y otras condiciones que harán este ejercicio correcto y apropiado. Dios abunda en compasión y sólo necesita medidas protectoras para salvaguardar el soltarlas". (Gordon C. Olson, Essentials of Salvation) Essentials of Salvation (Esenciales de la Salvación) incorpora las obras de Olson, The Moral Government of God (El gobierno moral de Dios), The Entrance of Sin into the World (La entrada del pecado al mundo), Holiness and Sin (Santidad y pecado), and The Kindness of God our Savior (La bondad de nuestro Dios Salvador), que incluye God's Willingness to Forgive and Reconciliation and the Atonement of Christ (La disposición de Dios para perdonar y la reconciliación y expiación de Cristo). Todas estas obras están disponibles en Revival Theology Promotions (Promociones de la Teología del Aviamiento), y deben considerarse un material de fuente primaria para los fundamentos de la Teología del Gobierno Moral.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios perdona completamente de su gracia en vez de una necesidad por satisfacción personal vindicativa.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
En vez de negar tal acusación, ¡enfáticamente la aceptamos! Pese a aquellos que sostendrían la teoría de la Reforma de la expiación como la única postura "ortodoxa", la mayoría de los cristianos, evangélicos y demás, nunca ha sostenido la teoría de la satisfacción penal. La teoría del Gobierno Moral de la expiación fue por 150 años considerada la postura metodista de la expiación. La Biblia en ningún lado enseña que Dios es un gobernante vindicativo, cuya ira es apaciguada por la muerte de Cristo, sino más bien un Padre amoroso que encuentra la forma de perdonar al pecador arrepentido por su amor, y a la vez sostener su ley moral. La TGM enseña que la expiación, en su relación con Dios, resuelve las preocupaciones gubernamentales en el corazón de Dios, en vez de apaciguar cualquier ira personal hacia el pecador.
Como Gordon Olson escribe: "Concluimos esta extendida consideración bíblica de la disposición interna revelada de la Deidad con profunda gratitud y adoración. El hecho de que la Deidad está misericordiosamente dispuesta y deseosa para perdonar el pecado, sin la más mínima satisfacción vindicativa, es la más grande revelación que pudo hacerse a nosotros en nuestra situación presente como parte de una raza rebelde de seres morales. Aparte de estos atributos de amor virtuoso en el Ser Divino, el hombre hubiera sido exterminado inmediatamente sobre esta osada ventura a lo largo del umbral de propiedad hacia un terreno desconocido de rebelión. La evidencia por la completa ausencia de toda indisponibilidad personal para perdonar pecadores arrepentidos es verdaderamente sorprendente. Ningún apaciguamiento de la ira Divina es necesario como un preludio a la misericordia; ningunas reacciones vindicativas necesitan satisfacerse; ningún antagonismo necesita ser sometido; ninguna indisponibilidad debe vencerse; ningún pago en el sentido absoluto debe hacerse por cada pecado que va a pasarse por alto. Los problemas del perdón no tienen que ver con Dios, considerado como un ser aislado, sino con Dios en una relación con sus criaturas morales como un Gobernante Moral. Los problemas no son personales, sino gubernamentales. Nada se necesita para cambiar la disposición de los miembros de la Deidad, pues un excedente abrumador de compasión y misericordia prevalece en una bendita acumulación de amor Divino, que es distintivamente celestial, y busca hacer su intrusión en la atmósfera de oscuridad moral de la tierra" (Essentials of Salvation, p. 121).
A aquellos interesados en un análisis más a fondo de la postura del gubernamental de la expiación se les invita a investigar Articles on Moral Government and the Atonement.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios nunca necesitó calmar su ira debido al pecado.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
La vindicación personal de parte de Dios hacia el pecador nunca ha sido una cuestión en el perdón e indulto del pecado. Para citar a P. P. Waldenstrom de su obra, Reconciliaos con Dios, "Contrario a todas las imaginaciones perversas, las Escrituras enseñan que ningún cambio tomó lugar en la disposición de Dios hacia el hombre en consecuencia de su pecado. Aquello, por tanto, no fue Dios quien necesitaba reconciliarse con el hombre, sino fue el hombre quien necesitaba reconciliarse con Dios. Y eso, como consecuencia, la reconciliación es una obra que procede de Dios y está dirigida al hombre, y el blanco no es apaciguar a Dios, sino limpiar al hombre de su pecado, y restaurarlo a una relación correcta con Dios". Como 1 Juan 4:9, 10 "En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (RVR1960).
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
La expiación no paga nuestra deuda por el pecado.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
La Biblia no enseña que Cristo pagó la pena literal del pecado. Si los pecados son pagados, ¿en qué sentido puede decirse que son perdonados? El término bíblico para "perdonar" es "apoluo", que significa "dejar en libertad; soltar; despedir" y "aphiemi", "dejar ir; enviar lejos o partir; omitir, descuidar; soltar, dejar una deuda, perdonar, remitir". ¿En qué sentido puede decirse de alguien que perdona una deuda si la deuda ha sido pagada completamente? ¿En qué sentido, por tanto, puede decirse que Dios perdona el pecado, si el pecado se ha pagado? Y, ¿en qué sentido puede decirse que Jesús ha pagado el pecado, cuando la pena por el pecado es muerte eterna? Como Gordon Olson escribe (Essentials of Salvation, p. 166-167): "Cristo, el Salvador del mundo, murió por los hombres y por cada hombre, y su gracia se extiende para todos. Su sacrificio expiatorio es en sí mismo, y por sí mismo, suficiente para la redención de todo el mundo, y con la intención de que sea para todos por Dios Padre. El sacrificio de Cristo no es el pago de una deuda, ni es una satisfacción completa de la justicia por el pecado. Es una condición divinamente asignada que precede el perdón del pecado, así como la muerte de un cordero o una cabra en la economía mosaica. Los sufrimientos de Cristo tomaron el lugar de un castigo, para que sus sufrimientos tuvieran el mismo efecto de reconciliar a Dios con el hombre, y procurar el perdón del pecado, que la resistencia del castigo del pecador habría tenido debido a sus pecados. Los sufrimientos de Cristo no fueron una pena sustituta, sino una sustitución por una pena: Jacobo Arminio (1560-1609); Episcopius (1583-1643); Curcellaeus (1586-1659); Limborch (1633-1712); conocido como arminianismo. Fuera de Holanda, el arminianismo ejerció influencia considerable en Francia, Suiza, Alemania, Inglaterra, Estados Unidos, y así por todo el mundo mediante varias denominaciones, especialmente el Metodismo".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
El diablo nos ha engañado en creer que Cristo fue rescate por nosotros, y que nos redimió al pagar por nuestros pecados.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
En tanto que el diablo sea el "padre de mentira" (Juan 8:44), uno puede hacer la declaración que cualquier desvío de la verdad absoluta es un producto de su "engaño". Sin embargo, no estoy al tanto de que algún partidario de la TGM haga esa declaración. Ha sido, sin embargo, declarado por los teólogos de la Reforma referente a la TGM. Preferiría simplemente afirmar que aquellos que sostienen una teoría de satisfacción penal de la expiación están en error y que ¡urge más civilidad de ambas partes!
El índice de apologética declara que el Gobierno Moral enseña que:
Jesús no pagó por nuestros pecados.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Otra reafirmación de lo de arriba referente a la Expiación.
De nuevo, en ningún lado la Biblia declara que Jesús "pagó" por nuestros
pecados. 1 Co. 6:20 y 7:23: ("Por precio fuisteis comprados;...") son
dos de los muy pocos pasajes que pueden construirse para significar eso. Debe aclararse que es
lenguaje metafórico. Se debe también ser claro,
por el contexto, que no son los pecados los que han sido "pagados",
sino más bien la humanidad en sí misma. La muerte de Cristo sirve, metafóricamente,
no como un pago literal de la pena de los pecados que cada pecador merece,
sino mas bien un pago por la muerte del pecador mismo. Cristo nos ha comprado
a través de su demostración sustitucionaria, ¡merece aquello que
él ha comprado! Como Jonathan Maxcy (Presidente de Rhode Island College
a fines del siglo 18) escribe en A Discourse Designed to Explain
the Doctrine of Atonement (Un discurso para explicar la doctrina de la expiación): "pero ¿acaso no representan las Escrituras
a Cristo dándose a sí mismo como un rescate, y comprando a su pueblo con
un precio? Sí lo hacen. También, representan a los hombres, mientras estén bajo la influencia
del pecado, como prisioneros, esclavos, cautivos. Estas expresiones son todas
figurativas, tomadas en préstamo de la sensatez para expresar las cosas morales o espirituales,
y por tanto, no se van a explicar como literalmente verdaderas.
Si decimos que Cristo nos ha rescatado, que nos ha comprado,
que ha pagado la deuda y liberado, si tenemos algún significado
consistente debe ser éste: Que en consecuencia de lo que Cristo ha
hecho, somos librados del pecado, como una consistencia grandiosa con
la justicia, como un deudor es librado de tal obligación, o de las demandas
de la ley, cuando su deuda se paga. Esto es, Dios extiende indulto de tal manera,
a través de Cristo, que no daña la autoridad de
su ley, sino la sustenta con eficacia como si él infligiera castigo ".
Jesús fue el sacrificio sustitucionario por la pena que nuestros pecados
merecen. Es su muerte la que permite a Dios ejercer su amorosa
misericordia para perdonar a los pecadores arrepentidos. Para citar a Charles G. Finney: "La expiación es un recurso gubernamental
para sostener la ley sin la ejecución de su pena en el pecador.
Desde luego, tiene siempre que ser algo difícil en cualquier gobierno el sostener la autoridad
de la ley, y el respeto debido a eso, sin la ejecución de la pena.
Sin embargo, Dios lo ha logrado muy perfectamente". Así, declaramos que ninguna transacción financiera tomó lugar en la cruz.
Para una mirada profunda en los asuntos alrededor de este tema, léase el capítulo de Finney
sobre la Expiación de su
Teología sistemática.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Creer que nuestra salvación fue literalmente comprada con la sangre de Cristo hace a Dios ser vindicativo y despiadado.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Éste es un intento para argumentar usando la emoción en vez de la razón, y es, de nuevo, simplemente una reafirmación del desacuerdo de los críticos con la postura gubernamental de la Expiación. También, es más una interpolación de la postura de la TGM, que cualquier enseñanza en sí de la TGM. Es la misma acusación que los impíos hacen contra Dios, creer erróneamente que la teoría de la satisfacción de la Expiación representa la verdadera enseñanza escritural o la doctrina de todos los cristianos en todos lados.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Uno es básicamente responsable por su propia salvación debido al libre albedrío.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Una acusación para todos quienes creen en el libre albedrío desde Arminio, y probablemente antes. La base de la salvación es, y siempre debe ser, la Gracia de Dios exhibida para gratuitamente ofrecer la salvación a todos los que se arrepienten y creen (Marcos 1:15, Hechos 2:38). Ya que el ofrecimiento es, y siempre ha sido, de parte de Dios, no hay nada que el hombre pueda hacer para ser salvo más que conformarse a las condiciones que Dios mismo ha puesto; esto es, libremente arrepentirse y ejercer la fe en Jesucristo.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
La justicia imputada es una mentira. Dios no ve a los cristianos a través de las vestiduras de la sangre de Cristo.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
La imputación, en el sentido de que la condición presente de los cristianos sea vista sólo a través de la santidad de Cristo, es una ficción teológica. El que Dios perdone los pecados pasados del creyente con base en la obra expiatoria de Cristo, y trate al creyente como si nunca hubiera pecado con base en esa expiación, es la enseñanza bíblica verdadera. Para citar a Finney (Lectures on Systematic Theology (Conferencias sobre teología sistemática), edición de 1851):
"La doctrina de una justicia imputada, o que la obediencia de Cristo a la ley fue tomada como nuestra obediencia, está fundada en la suposición más falsa y absurda; es decir, que Cristo no debió obediencia a la ley en su propia persona, y que por tanto, su obediencia fue toda junta una obra de la supererogación, y pueda ser hecha un sustituto para nuestra propia obediencia, que pueda ser considerada como para nuestro propio crédito, porque no necesitó obedecer para él mismo.
"Debo aquí observar que la justificación respeta la ley moral; y que debe ser con el propósito de que Cristo no debió obediencia a la ley moral, y por tanto, su obediencia a esa ley, siendo una obra enteramente de supererogación, es establecida para considerarse como la base de nuestra justificación sobre la condición de fe en él, pero seguramente esto es un error obvio. Hemos visto que el espíritu de la ley moral requiere buena voluntad para Dios y el universo. ¿Acaso no estaba Cristo bajo ninguna obligación a esto? No, ¿no estaba más bien bajo obligación infinita para ser perfectamente benevolente? ¿Acaso era posible que él fuera más benevolente de lo que requiere la ley que sean Dios y todos los seres? ¿Acaso no debía consagración completa de corazón y vida al bien más alto del ser universal? Si no, entonces la benevolencia en él no era virtud, pues no estaría en concordancia con la obligación moral. Le era naturalmente imposible, y es naturalmente imposible para cualquier ser, realizar una obra de supererogación; es decir, ser más benevolente de lo que le requiere la ley moral que sea. Eso es, y debe ser tan cierto de Dios como lo es de cualquier otro ser. ¿Acaso no habría pecado Cristo si no hubiera sido perfectamente benevolente? Si lo habría sido, se deduce que él debía obediencia a la ley, tan realmente como para cualquier otro ser. Ciertamente, un ser que no debía obediencia a la ley moral debe ser enteramente incapaz de virtud, pues ¿acaso no es virtud más que obediencia a la ley moral?
"Pero si Cristo debía obediencia personal a la ley moral, entonces su obediencia no podía ser más que justificarse él mismo. No puede nunca ser imputada a nosotros. Estaba obligado él mismo a amar a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerzas, y a su prójimo como a él mismo. No hizo más que eso. No podía hacer más. Era naturalmente imposible, entonces, que él obedeciera por nosotros. Esa doctrina de la imputación de la obediencia de Cristo a ley moral por nosotros está basada en las suposiciones absurdas de: (1.) Que la ley moral está fundada en la voluntad arbitraria de Dios, y (2.) Que desde luego, Cristo, como Dios, no debía obediencia a ella; ambas suposiciones son absurdas, pero si éstas se desisten, ¿qué le pasaría a la doctrina de la justicia imputada como el fundamento de la justificación forense? Se la llevaría el viento".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
El verdadero arrepentimiento significa el cese de todo pecado antes de que muramos.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
El verdadero arrepentimiento significa la renuncia de todo pecado conocido, como Dios declara en Ezequiel 18:30sigs.: "'Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y nos os será la iniquidad causa de ruina. Echad de vosotros todas vuestras las transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo'" (RVR1960). Cada vez que una persona peca, debe arrepentirse, pues uno no puede continuar en un estado de pecado y estar arrepentido al mismo tiempo. 1 Juan 3:5sigs. "Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace ("poieo" --ser autores de, la causa; preparar; producir, llevar, disparar; adquirir, proporcionar algo para uno mismo) justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado (esto es, habitualmente prefiere su propio interés sobre Dios u otros --el pecar es la conjugación de prácticas justicia) es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
La salvación es dependiente de que si aceptamos a Cristo --es si él nos acepta. Nosotros necesitamos hacer más para que él quiera aceptarnos.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Éste parece ser un argumento muy extraño para ser presentado por calvinistas, que sostienen que la salvación no es "ninguno de nosotros" y "todos de él"! En cualquier caso, es una distorsión de las enseñanzas de la Teología del Gobierno Moral. "Aceptar a Cristo" no se encuentra en las escrituras. Para ser "aceptable" para Cristo y Dios, quiere decir reunir las condiciones que Dios ha puesto para la salvación; esto es, arrepentirse y creer en Cristo Jesús y perseverar hasta el fin (Mt. 10:22). Gordon Olson claramente representa la posición de la TGM cuando escribe: "Notamos en conexión con la ley que todos amarán 'a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas' (Dt. 6:5). Las palabras 'de todo tu' expresan nuestra obligación. Es el esfuerzo de la personalidad y habilidad de 'tu' que se requiere --'toda' habilidad. Ya que no podemos amar a Dios con más que 'todo', no podemos hacer más de lo requerido. De ese modo, en tanto pasa el tiempo podemos escoger cumplir nuestra obligación o elegir no hacerlo. Cuando estamos escogiendo, no somos condenados, y no estamos acumulando culpa que necesita ser perdonada. Cuando no estamos eligiendo, estamos añadiendo culpa a cada momento, como el reloj avanza, acumulando esa culpa contra nosotros para llamar a la justicia si no se permite a la misericordia intervenir. El arrepentimiento sincero puede detener estas añadiduras, pero no puede hacer nada para eliminar lo que se ha hecho. El perdón debe siempre, por tanto, ser enteramente gracia inmerecida. Su ejercicio nunca puede ser llevado bajo cualquier tipo de obligación. Siempre procede del corazón de Dios de misericordia pura" (Essentials of Salvation, p. 104). Véase también ¿Puede el perdón de pecados merecerse?
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
La salvación está dependiente de nuestra adherencia a la ley moral.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
La salvación está, como siempre ha sido enseñada por la TGM, dependiente de la amorosa Gracia de Dios demostrada en la muerte expiatoria de Jesucristo. Sin embargo, parece claro que la intención de Dios en la salvación es librar a su pueblo de sus pecados (Mt. 1:21) y escribir su Ley en sus corazones. Declara en Jeremías (31:33 RVR1960): "'Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo'". Uno debe, desde luego, diferenciar entre la ley moral, que es universalmente aplicable, y la ley (esto es, "la ley para justicia") que Pablo declara de la que somos liberados. El legalismo declara que uno debe ganarse la gracia de Dios y resarcir por el pecado pasado al conformarse a la Ley ahora. Sin embargo, la TGM afirma que no hay nada que uno pueda hacer para ganarse el perdón de Dios. El indulto de pecados pasados está fundado únicamente en el amor de Dios demostrado en la muerte de su Hijo Jesucristo. Es ofrecido gratuitamente para aquellos que quieran, pero que se arrepientan de sus pecados, ejerzan la fe en el Señor Jesucristo y determinen, por la gracia de Dios, caminar en el Espíritu de ahora en adelante. Si uno va a permanecer en un "estado" de gracia, uno debe seguir a Jesús. Uno que sigue a Jesús caminará con la ley moral "escrita en " su corazón.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios es santo sólo porque escoge usar sus atributos de una forma amorosa.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Esto es como dar un reconocimiento a un estudiante con excelencia en la escuela porque escoge aplicar sus habilidades diligentemente. ¿Qué es santidad si no la acción voluntaria y consistente de benevolencia universal? Finney escribe: "La Ley Moral propone más que un fin máximo de ir en pos de Dios, y de todos los agentes morales. Todos sus requisitos, en su espíritu, se resumen y se expresan en una palabra, amor o benevolencia. Esto sólo lo menciono aquí. Aparecerá más plenamente después. La ley moral es una idea pura y simple de la razón. Es la idea de consagración perfecta, universal y constante de todo el ser para el bien supremo de ser". Es raro que cualquiera argumentara a favor de otro punto de vista. Si Dios no es santo porque escoge ser, ¿en qué sentido la santidad de Dios es loable? Las escrituras retratan a los ángeles en el cielo magnificando a Dios por su santidad. Sin embargo, si Dios no puede hacer nada más que ser santo, ¿cómo lo hace a él más digno de alabanza que una roca digna de alabanza por su inmutabilidad? Una mirada excelente a este asunto puede encontrarse en el artículo de Kel Good, The Goodness of God - or Can Voluntary Goodness be Guaranteed? (La bondad de Dios o ¿puede la bondad voluntaria garantizarse?)
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Dios tiene la habilidad de tomar elecciones incorrectas o pecar.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Esto parece ser de alguna manera una crítica fútil.
Sí, como arriba se asevera, Dios es santo por elección, entonces ciertamente Dios
podría no ser santo. Mucho de los tratos de Dios con
el pueblo de Israel en el AT tuvo que ver con demostrar su fidelidad
a la luz de la naturaleza voluble del culto a los dioses de las
naciones paganas de alrededor. (Por ejemplo, Dt. 7:9: "Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel,
que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;" RVR1960).
Si para Dios es imposible ser otro de
lo que es él, ¿por qué no simplemente declara a Israel, "no puedo ser infiel", etc.?
Sin embargo, ¿qué de las afirmaciones de la Biblia de que Dios no puede ser tentado (Tito 1:2 y Santiago 1:13)? Observemos
que ambos pasajes pueden traducirse de tal manera que el énfasis no es en
una inhabilidad, sino en una renuencia. Tito 1:2, que
en la versión KJV* se traduce como "In hope of eternal life, which God, that cannot lie,
promised before the world began;" es traducida en
Weymouth** como "in hope of the Life of the Ages which God, who
is never false to His word...." la versión RSV*** la tiene como "in hope
of eternal life which God, who never lies, promised ages
ago..."
y Young's Literal Translation (Traducción literal de Young)**** la tiene como "upon hope of life age-during,
which God, who doth not lie, did promise before times of
ages..." Consecuentemente, parece que este versículo, que puede prestar
algún sustento a la inhabilidad de Dios para mentir, en el mejor de los casos puede mostrar, ya sea
posición y en el peor (para aquellos que sostienen la postura de lo "imposible")
muestra que es su elección, en vez de su naturaleza.
Del mismo modo, Santiago 1:13*****, traducido por los escritores calvinistas de la versión King James
como "Let no man say when he is tempted, I am tempted of God:
for God cannot be tempted with evil, neither tempteth he any man:"
es traducido por Young****** como "Let no one say, being tempted --'From
God I am tempted', for God is not tempted of evil..." De nuevo, tan
capaz de mostrar que Dios no es tentado por elección en vez de inhabilidad.
Pero ¿qué de Hebreos 6:18, pues incluso en Young****** declara: "that
through two immutable things, in which [it is] impossible for
God to lie,"? Respondemos esto en un pasaje del artículo de Kel Good, The Goodness of God -- or
Can Voluntary Goodness be Guaranteed?(La bondad de Dios o ¿puede la bondad voluntaria garantizarse?,
"El carácter de Dios se establece en la santidad. Esta imposibilidad es moral, no metafísica.
De nuevo, tenemos un ejemplo de esto, incluso a nivel humano. Sabemos de gente
cuyo carácter es tan constante que decimos de ellos que simplemente
no pueden hacer ciertas cosas. Sería imposible tentarlos a hacerlo. No queremos decir
por este lenguaje que no podrían sentir alguna tentación a hacerlo, o
que no tienen la habilidad para realizar las acciones, sino que se
reconoce que su carácter voluntario se establece hasta tal punto
que no harían esas cosas, aunque pudieran".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Nuestro carácter moral es moldeado por nuestros actos individuales de pecado.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Otra mala caracterización de la posición de la TGM, especialmente en el sentido del uso del término "meramente". "El carácter moral" puede ser pecaminoso o santo. Nuestro "carácter moral", por tanto, es moldeado, no por nuestras acciones, sino por nuestras elecciones y, primariamente, por nuestra elección "máxima;". Desde luego, no hay nada de "mero" sobre nuestras elecciones morales, porque determinan, a fin de cuentas, nuestro destino. El carácter moral básicamente se deriva de anteponer una decisión suprema para la vida de uno. Esta elección afecta todas las otras elecciones subordinadas, definiendo su carácter moral. En el análisis final hay sólo dos elecciones soberanas posibles. Una es vivir para agradar al yo, sin embargo, esa se desarrolla en elecciones subordinadas, sea en una vida de derroche o en una vida moral ostensible, la preocupación última es el yo. La otra es vivir para agradar a Dios, en obediencia a su ley moral. Como Ted Elliot escribe en ¿Nacidos pecaminosos?: "Dios nos ha dicho ciertas cosas en las que ocupamos nuestros pensamientos (Tito 3:8). Esto es 'Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él' (Proverbios 23:7 RVR1960). En otras palabras, los pensamientos del hombre se vuelven sus acciones, sus acciones se vuelven sus hábitos, y sus hábitos se vuelven su naturaleza, su naturaleza se vuelve su carácter, y su carácter determina su destino".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Si un individuo sin saber comete pecado, no lo es para esa persona y Dios no lo hace responsable.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
La Biblia claramente nos dice que el pecado es un rechazo deliberado de la luz, es decir, el conocimiento de la verdad. "'Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.... Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre'" (Juan 15:22, 24). Finney (Teología sistemática p. 453, 1851 ed.): "[La incredulidad] no es la ignorancia de la verdad. La ignorancia está en blanco; es la negación o ausencia de conocimiento. Esto ciertamente no puede ser incredulidad en todos lados representada en la Biblia como un pecado atroz. La ignorancia puede ser una consecuencia de la incredulidad, pero no puede ser idéntica a ella. Podemos ser ignorantes de ciertas verdades como una consecuencia de rechazar otras, pero esta ignorancia no es, y, como veremos, no puede ser incredulidad". Para un análisis más completo de la naturaleza del pecado, revisen los Artículos sobre La naturaleza del pecado.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
El pecado de Adán no es transmitido a nosotros, y sería injusto que Dios nos declarara culpables por su pecado.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Preguntaríamos ¿en qué sentido el pecado de Adán podría ser "transmitido" a nosotros? ¿Cómo se hace esa transmisión? Parecería que si esa doctrina fuera cierta, debería haber evidencia abundante de ella en la escritura. Sin embargo, la única alusión a esa doctrina se encuentra en Romanos 5. Veamos brevemente esa doctrina:
- Los seres humanos tienen una naturaleza pecaminosa por nacimiento.
- Hemos heredado esa naturaleza pecaminosa desde Adán.
- Debido a esa naturaleza pecaminosa, no podemos hacer nada más que pecar; es decir, es algo causativo detrás de la voluntad.
- Debido a esa naturaleza pecaminosa, no podemos guardar los requerimientos de la ley de Dios.
- Debido a que no podemos guardar los requerimientos de su ley, Dios va a condenar al infierno a los seres humanos.
¿Quién puede demostrar que eso, si fuera verdad, es justicia? No puede sostenerse por la razón o la escritura, y es también justificadamente rechazado. Para más información sobre la doctrina del Pecado Original, véanse los artículos El pecado original y seguridad eterna.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Si Dios nos condena a todos por el pecado de Adán, Dios debe también salvar a todos por lo que Cristo hizo (Ro. 5:19). Esto es universalismo, y por tanto, ambas partes del argumento deben estar mal.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Apenas puede refutarse que el surgimiento del Universalismo
a principios del siglo 19 estaba directamente relacionado con la teoría de la
satisfacción de la expiación. El argumento, simplificado, fue: ya que la Biblia
claramente apoya la teoría de la expiación general; esto es,
que Cristo murió por los pecados de todo el mundo y no por los
elegidos solamente, y ya que el pagó la deuda literal debida por los pecadores,
Dios debe, atado por su justicia, de la necesidad perdonar a todos los pecadores
y, básicamente, recibirlos en el cielo. El teólogo metodista
John Miley escribió a fines del siglo 19 (The Atonement In
Christ p. 177( La expiación en Cristo)): "El fundamento-principio de la doctrina [la teoría
literal de la satisfacción] es que el pecado debe castigarse según su demérito,
y con base en eso debe en él castigarse debido a una obligación inmutable
justicia. Entonces, la sustitución penal de Cristo
es castigada así en él, y es cumplida la obligación de la justicia.
Tales son los hechos de la doctrina. Con base en ellos,
un descargo debe inmediatamente seguir sobre tal sustitución penal,
así como en el pago de una deuda". El famoso teólogo reformado
Dr. Hodge declara algo similar cuando escribe en su Systematic Theology (Vol.
2, p. 470 (Teología sistemática)): "Si los reclamos de la justicia son satisfechos no pueden
de nuevo ser impuestos. Ésta es la analogía entre la obra de Cristo
y el pago de una deuda. El punto de acuerdo entre los dos casos
no es la naturaleza de la satisfacción dada, sino un aspecto
del efecto producido. En ambos casos las personas para quienes la
satisfacción es hecha ciertamente son libradas. Su excepción o libramiento es
en ambos casos, e igualmente en ambos, un asunto de justicia".
Consecuentemente, no puede negarse que si la teoría de la satisfacción
es cierta, y si, como millones de cristianos sostienen y la Biblia afirma,
la expiación fue hecha para toda la humanidad; entonces, toda la humanidad debe
eventualmente ser salva, puesto que han sido pagados los pecados de cada persona. Sin embargo,
ya que el Universalismo es también demostrablemente falso por los estándares bíblicos,
nos quedan dos alternativas. Ya sea que la expiación no fue hecha
para toda la humanidad, o no fue un pago literal de la deuda de
los pecadores. Ya que la primera evidentemente es enseñada por las escrituras y
la segunda pende del hilo más delgado de evidencia bíblica, parecería
que el peso de la escritura y la razón están en contra de la
validez de la teoría de la satisfacción.
Mientras los críticos de la TGM intentan pintar esta postura como fuera de los
límites del cristianismo evangélico, es de hecho una postura sostenida históricamente
por los arminianos y otros por siglos.
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Nuestra depravación moral es formada solamente por las elecciones pecaminosas erróneas que tomamos.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Esto es una reformulación de una crítica mencionada arriba, mucha de la respuesta ha sido dada. Sin embargo, debe observarse que la TGM sí enseña que los seres humanos nacen "físicamente depravados". Finney (TS p. 320, 343 1851 ed.) lo define como "la depravación de la constitución, o sustancia, como se distingue de la depravación de la acción moral libre. Puede afirmarse del cuerpo o mente. La depravación física, cuando se afirma del cuerpo, es común y correctamente definida como enfermedad. Consiste en un alejamiento físico de las leyes de la salud; un lapso, un estado caído, en el que la acción saludable orgánica no se sostiene.... Recuérdese que la depravación física de nuestra raza tiene mucho que ver con nuestra depravación moral. Un sistema enfermo representa los apetitos, las pasiones, los humores y las propensiones de una manera clamorosa y despótica en sus demandas, y desde luego urgiendo constantemente hacia el egoísmo, la confirma y fortalece. Debe distintivamente recordarse que la depravación física no tiene carácter moral en sí misma, pero sí es una fuente de tentación feroz al egoísmo".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Como humanos, podemos cumplir la ley.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Si está mal estar con la escritura, ¡entonces la TGM es culpable! Por toda la escritura, Dios manda a su pueblo obedecer su ley sin jamás sugerir a ellos que es imposible hacerlo. En Deuteronomio 30:11-14 leemos: "'Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas'".
El índice de apologética establece que el gobierno moral enseña que:
Los humanos no están atados a una carne pecaminosa que continuamente quiere pecar. A través de buenas elecciones y una voluntad de hierro, la humanidad puede alejarse del pecado en sí o de uno mismo.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Esto es otra distorsión de la verdadera enseñanza del TGM. Como arriba se afirmó, la TGM reconoce que la depravación física juega un papel profundo en la tentación para pecar. Esa depravación no es pecado, en sí o de sí misma. Mientras que la TGM enseña que los seres humanos no nacen pecaminosos, sí enseña la depravación moral como una consecuencia del pecado continuo. Como escribe Gordon Olson: "la depravación moral...es...un estado o condición de nuestra naturaleza moral que es el resultado de lo que hemos hecho. La depravación moral es hábito desarrollado de vida, una tendencia para seguir haciendo lo que hemos hecho. Cada acción incorrecta hace más hondo el surco de nuestra depravación hasta que desarrollamos monstruos de servidumbre que requieren una energía incesante de voluntad para contrarrestar" (Essentials of Salvation, p. 60 (Esenciales de la salvación)). Es sólo por la gracia de Dios que tal servidumbre se rompe y que somos librados del poder del pecado y muerte. Como Pablo escribe en Romanos 6:5-12 (RVR1960): "Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la [semejanza] de [su] resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con él, para que el cuerpo de pecado sea destruido, a fin de que ya no más sirvamos el pecado, porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo sido resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto [la muerte que] él murió, al pecado murió de una vez por todas; [mas la vida que] él vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias". Mientras esta consideración es un acto de la voluntad (fe), es el poder de Dios que libera de la servidumbre del pecado (Romanos 8:1-15).
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Uno puede lograr la perfección si el individuo pone sus metas lo bastante altas.
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Ciertamente parece verdad que uno nunca levanta su mirada arriba del terreno sobre el que uno está sujeto a caminar en la tierra. Sin embargo, ésta es otra interpretación equivocada de la enseñanza de la TGM. La TGM sí enfatiza en la santidad como una característica de la vida cristiana. "La perfección", sin embargo, es un término casi universalmente usado por los detractores de aquellos que predican la santidad. Ésta es la misma crítica que Wesley recibió, y la misma que recibieron aquéllos de los movimientos, como también los keswicks a fin de siglo. Jesús, desde luego, declaró: "'Sed, pues, perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto'" (Mt. 5:48, RVR1960). Y Pablo escribió a los colosenses: "a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre" (1:28 RVR1960). Finalmente, podríamos observar que Santiago declaró: "Mas tenga la paciencia su obra perfecta, para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna" (1:4 RVR1960). Así, parece que la escritura misma enseña que "uno puede lograr la perfección".
El índice de apologética establece que el Gobierno Moral enseña que:
Difícil de creer cómo alguien puede creer algo así, pero sucede...
El Gobierno Moral de hecho enseña que:
Lo que es difícil de creer es que tantas declaraciones erróneas y descuidadas puedan tomarse en serio por cristianos pensantes. Es desafortunado en este día que haya aquellos que aún estén más preocupados con establecer su interpretación de "ortodoxia" que con la verdad de Jesucristo. No se afirma que las respuestas aquí sean completas o exhaustivas, sino más bien que son suficientes para mostrar que lejos de la aberración bíblica, la TGM es escrituralmente cuerda como también eminentemente razonable. También, es nuestra esperanza que esta respuesta pueda animar a aquellos que han sido influenciados por tales críticas para explorar más exhaustivamente la verdad contenida en la escritura, y también "con diligencia presentarte a Dios aprobado como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de Dios " (2 Ti. 2:15 RVR1960).
*Nota del traductor: La versión RVR1960: "en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos".
**Nota del traductor: No existe traducción al español de esta versión, pero se traduciría literalmente este pasaje así: "en la esperanza de la Vida de las Eras de Dios, quien nunca es falso a su palabra".
***Nota del traductor: La versión NBLA: "con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos".
****Nota del traductor: Tampoco hay al español esta versión, pero el versículo se traduciría literalmente así: "en esperanza de la vida de la era duradera vida que Dios, quien no miente, sí prometió antes de los tiempos de las eras..."
*****Nota del traductor: La versión RVR1960:"Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie".
******Nota del traductor: La versión RVR1960: "Que nadie diga, ser tentado -- 'de Dios yo soy tentado', pues Dios no tentado del mal..."
******Nota del traductor: "que a través de dos cosas inmutables en las que es imposible que Dios mienta..."